Los lugares del cuento literario de Teócrito (Etna)
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Descripción

Los lugares del cuento literario de Teócrito (Etna)

Los lugares del cuento literario de Teócrito están incluidos en el “Mapa Regional de Lugares de Identidad y Memoria” (LIM) establecido por la Región de Sicilia con DA n. 8410 de 03/12/2009

El sector de referencia es el relativo a "lugares del relato literario, cinematográfico y fílmico ".

Los lugares del cuento literario de Pindaro incluidos en el PDI: 

(Idilio XI) Volcán Etna (provincia de Catania), Archipiélago de los Cíclopes (Acitrezza-provincia de Catania)

Los Idilli son una colección de 30 poemas en hexámetros, de los cuales el undécimo se refiere a Polifemo. 

XI - El cíclope

No hay remedio, Nicia, para el amor

no ungüento, no polvos, me parece

nada menos que el Pieridi. Alguna cosa

ligero para hombres y suave

esto es todo, pero encontrarlo no es fácil.

Y creo que lo sabes muy bien

como médico tú, a las nueve musas

más deleite que cualquier otro. Por lo que entonces

falleció sin pensarlo

el cíclope local, Polifemo

de la antigüedad, cuando apareció

recientemente en la boca y las sienes

la primera barba y amaba a Galatea.

No la amaba con manzanas, con rosas

o con anillos, pero como un verdadero loco

y nada tenía más peso para él.

Sus ovejas volvían a menudo

sol en el redil, lejos de verdes pastos,

y él, solo, cantando Galatea

en la costa cubierta de algas

se consumió hasta el amanecer

con una espantosa llaga debajo del corazón

y del gran chipriota en el hígado

la flecha se atascó. Pero encontró el remedio;

sentado en la cima de una roca

por eso cantó con los ojos en el mar:

“Oh blanca Galatea, ¿por qué rechazas

que te quiere, más blanca que el queso,

de un cordero más tierno, más orgulloso

que un becerro, más brillante y suave

de uvas ácidas, tú que me apareces

junto con el dulce sueño y desapareces,

tan pronto como el dulce sueño se vaya?

Huye como oveja que ha visto

un lobo gris? Y yo de ti, niña

Me enamoré cuando viniste a reunir

la primera vez que sale el jacinto

con mi madre en la montaña; Yo te estaba guiando.

Desde que te vi no pude parar

nunca más, incluso después; y a ti, por Zeus,

no te importa. Entendí,

niño hermoso, porque te escapas de mi,

porque se extiende por toda la frente

una ceja larga y peluda

de una oreja a la otra y solo tengo un ojo

y aplastó la nariz sobre el labio.

Aun as, sin embargo, miles de ovejas

Llevo a pastar y bebo leche excelente

ordeñado de ellos y no echo de menos el queso,

en verano u otoño o en pleno invierno;

los estantes siempre están llenos de ellos.

Como ninguno de los cíclopes aquí

Yo se silbar y te canto mi amor

tu dulce manzana, a menudo a altas horas de la noche,

y yo juntos. Por ti crío

once ciervas, todas con cuello

y cuatro ositos. Pero vienes

ven a mi: no tienes nada que perder,

deja que el mar resplandeciente se estremezca

por encima de la orilla. Dentro de mi cueva

más suavemente pasarás la noche

cerca de mí. Los laureles están ahí

cipreses flexibles, hiedra negra

y allí está la vid con su dulce fruto,

hay agua dulce, ambrosia para quien bebe

que me hace descender de la blanca nieve

Etna cubierto de árboles. En frente de

a estas cosas a quien le gustaría elegir

las olas del mar? Y si me parezco a mi

demasiado peludo, tengo madera de roble

y fuego perenne en las cenizas.

Por tu parte yo hasta aguantaría

que me quemé el alma y hasta

mi único ojo, del cual nada en el mundo

para mi es mas dulce. Ay si con las branquias

mi madre me había traído al mundo,

y podría bucear hasta ti

y besa tu mano si no quieres

que beses tu boca! Lirios blancos

Te hubiera traído a ti y tierna amapola

con pétalos rojos. Pero en el verano

algunas florecen en invierno

y no pude todos juntos

traerlos a usted. Niño ahora

Quiero aprender a nadar enseguida

si por casualidad viene un extraño

a bordo de un barco, para entender

porque es tan grato para ti

habitar el abismo. Galatea,

tal vez vendrías y cuando vengas

olvidé ir a casa

como me pasa aquí sentada.

Y querías ir conmigo a la dehesa,

ordeñar la leche y endurecer el queso

vertiendo el cuajo agrio!

Solo mi madre no me hace justicia

y me arrepiento con ella,

nunca poner contigo en mi cuenta

una buena palabra, pero ve

que, día tras día, perezco.

Te diré que me duele la cabeza

y ambos pies para que se entristezca,

pues yo también soy afligido ”.

Oh cíclope, cíclope, hacia dónde

en lo más profundo de ti mismo has volado?

Si yo viniera a tejer cestas

y arrancar el brote de los corderos

ciertamente tendría más sentido.

Ordeña al que tienes a tu lado. ¿Por qué persigues?

quien huye Sin duda encontrarás

otra Galatea, aún más bella.

Me invitan a divertirme de noche

muchas chicas, todas gritando,

cuando los escucho. Entonces esta claro

que yo también soy alguien del campo.

Y así rozó al son de la música

Polifemo su amor, y fue mejor

que si pagara dinero.

 

Inserción de tarjeta: Ignacio Caloggero

De archivo: Web

Contribuciones de información: Ignazio Caloggero, Web 

Nota: El poblamiento de las fichas de la base de datos de Patrimonio procede en fases incrementales: catalogación, georreferenciación, inserción de información e imágenes. El bien cultural en cuestión ha sido catalogado, georreferenciado y se ha ingresado la primera información. Con el fin de enriquecer los contenidos informativos, se agradecen más aportaciones, si lo desea puede contribuir a través de nuestra área "Tus contribuciones"

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