Cultos, mitos y leyendas de la antigua Sicilia
6.2 Los héroes: Aristeo
Euridice y Aristeo: Nicolò dell'Abate (1570) Galería Nacional de Londres
Ella era una deidad griega antigua, protectora del pastoreo y la agricultura y su culto se asoció más tarde con el de Dioniso. Aristeo fue considerado hijo de Apolo y la ninfa Cirene. Fue criado por el centauro Quirón, quien le enseñó el arte de la guerra y la caza, y por las ninfas que le enseñaron a cultivar olivos, manipular la leche y cuidar las colmenas. De adulto, a pesar de las enseñanzas de Quirón, se dedicó a la vida pastoral y la cría de abejas y después de su muerte fue llamado, por su padre Apolo, entre los inmortales. Se dice que a menudo acudía en ayuda de los pastores que erigían templos y le ofrecían sacrificios.
En Sicilia la figura de Aristeo, como sucedió con Heracles, es vista como la de un héroe errante que, de paso por la isla, enseñó a pastores y campesinos. En particular, se le atribuye la enseñanza del arte de cultivar olivos [1]. Su culto, según Diodoro, se extendió por toda Sicilia pero, a diferencia de Heracles, hay poca información sobre él.
En Siracusa, sin embargo, su culto debió estar presente ya que Cicerón, en el juicio contra Verre, acusó a este último de haber robado públicamente una estatua de Aristeo del templo de Dioniso [2].
Euristeo - Francois-Joseph Bosio (1817) Louvre, París
[1] Diodorus Siculus lib. IV.81
[2] Cicerón, Verrine, II.IV.128
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Cultos mitos y leyendas de la antigua Sicilia por Ignazio Caloggero